Ortodoncia interceptiva: ¿Cuál es el mejor momento para empezar con la ortodoncia?
Como padres procuramos que nuestros hijos disfruten de una boca sana y bonita enseñándoles buenos hábitos de higiene y cuidados.
Entre estas decisiones está la ortodoncia, pero, ¿cuándo es el mejor momento para empezar a esculpir la sonrisa perfecta en tus hijos?
En el aspecto de la boca no solo influyen los dientes, también los huesos de la mandíbula, cuya forma y tamaño serán decisivos en la manera en que crezcan y distribuyan los dientes.
Actualmente es posible, gracias a la ortodoncia interceptiva influir la forma en la que los huesos y dientes se forman.
¿Qué es la ortodoncia interceptiva?
También llamada ortodoncia de quita y pon al no ser una ortodoncia fija. Se emplea en niños de entre 6 y 11 años de edad, edades en la que los huesos maxilares se están formando y aún moldeables.
Al no ser permanente es un proceso muy sencillo para los niños. Su duración media es de entre 6 y 18 meses, siempre que el niño cumpla con el tiempo diario establecido por el ortodoncista.
Son placas fabricadas con materiales acrílicos que se sujetan en el arco dental para expandir la arcada, corregir la mordida cruzada y producir desplazamientos en dientes concretos.
Por eso el mejor momento para la primera visita al ortodoncista son los seis años.
Si hay posibles defectos en el alineamiento o la mordida haremos un estudio completo, pasando al tratamiento o un seguimiento, según su caso.
¿Para qué es la ortodoncia interceptiva?
Sirve para que los huesos de la boca se formen adecuadamente, dejándola preparada para albergar los dientes bien alineados desde un principio.
Su principal beneficio es evitar futuras complicaciones, anomalías y tener que recurrir a extracciones de dientes, ortodoncias largas y complejas e incluso a tratamientos quirúrgicos para modificar el tamaño y posición de los huesos en adultos.
¿Cuándo es necesaria la ortodoncia interceptiva?
Las correcciones más comunes que se realizan mediante este tratamiento son:
- Generar espacio para que los dientes definitivos no salgan apiñados.
- Expandir los huesos de los arcos dentales.
- Favorecer o frenar el crecimiento mandibular, en caso de que sea muy pequeña o muy grande.
En la mayoría de casos, tras la ortodoncia interceptiva, es necesaria la ortodoncia correctiva pero no será necesario corregir la posición de los huesos de la boca y su tamaño, por lo que la correctiva será más sencilla, barata y corta.
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