Cepillado de dientes para niños (1ª Parte): Guía de primeros pasos
Ayudar a tus hijos a cuidar su sonrisa y a crear el hábito que les permitirá disfrutar de una boca saludable y bonita durante toda su vida comienza en sus primeros años.
Les picará la curiosidad si te ven cepillarte y puede que pregunten o incluso quieran imitarte. Por eso, tomarte un poco de tiempo para enseñarle adecuadamente y contribuir a que se divierta en el proceso hará que lo disfrute, automatice y que no tengas que estar supervisando durante años.
Este es el primer post de la serie “guía de cepillado para niños” en la que vas a descubrir cuándo deben empezar, qué hacer para que el niño aprenda, cómo enseñarle paso a paso, juegos y fórmulas para que se diviertan lavándose los dientes.
La primera pregunta que suele surgir es:
¿Cuándo tienen que empezar los niños a lavarse los dientes?
No existe una edad definitiva. Cada niño está preparado para lavarse los dientes por sí mismo a una edad diferente. Las habilidades motoras finas (las mismas que permiten a tu pequeño abrocharse las cordoneras) se desarrollan a una edad distinta en cada caso.
Según la media, hacia los dos años, cuando el niño ya tiene la mayoría de las piezas dentales, lo ideal es que aprenda a usar el cepillo de dientes, aunque sea con tu ayuda. A los tres años empezará a dominar la técnica.
Lo importante es que adquieran buenos hábitos de higiene dental desde pequeños ya que es algo que deberán hacer toda su vida y aunque al principio necesitarán nuestra ayuda, poco a poco irán haciéndolo con independencia.
PARA QUE EL NIÑO APRENDA:
- Cómprale un cepillo infantil con un muñeco que le guste. Esto despertará su interés por usarlo. Puedes planteárselo como un juego que se practica frente al espejo y con la boca abierta o decirle que es algo que hacen los niños más mayores.
- Lávate los dientes en su compañía. Predicar con el ejemplo es la mejor manera de que aprenda. Deja que vea como lo haces, varias veces al día.
Anímale a imitar tus movimientos con el cepillo, deben ser cortos y repetidos.
Si se cansa antes de haberse limpiado todos los dientes puedes proponerle un juego, le pones una canción o le lees un cuento y no puede dejar de cepillarse hasta que tú termines.
Lo ideal es que se lave en compañía de un adulto para asegurarte de que se cepilla adecuadamente. Es mejor una vez al día bien hecho que varios cepillados descuidados.
Acostumbra al niño a que no debe comer nada después de lavarse los dientes.
En la siguiente parte de esta guía (LEER SEGUNDA PARTE) descubrirás el mejor modo de enseñarle paso a paso y qué debe usar el niño para cepillarse.