Categoría: Consejos

Qué conviene más, un cepillo manual o uno eléctrico?

Una duda que nos suelen preguntar a menudo a la hora de elegir cepillo de dientes. Hoy te voy a hablar de las diferencias entre el cepillo eléctrico y manual que debes tener en cuenta a la hora de elegir (y te cuento cuál es mi elección).

Ventajas del cepillo eléctrico vs cepillo manual

La principal ventaja de ciertos cepillos eléctricos es que pueden reducir más la placa bacteriana, que es la responsable de la producción de caries y enfermedades como la gingivitis, resultando más efectivos aún en personas con ortodoncias.

Los cepillos eléctricos con mecanismo oscilo-rotatorio son más eficaces ya que además de girar, el cabezal del cepillo oscila sobre el diente cambiando su ángulo continuamente y alcanza un área mayor, incluidas las de difícil acceso.

Otra ventaja es que las personas que usan el eléctrico se cepillan durante más tiempo los dientes (entre un 20 y 40% más). Los cepillos eléctricos suelen incorporar señales acústicas de tiempo de lavado que ayudan a cumplir con el tiempo mínimo de cepillado por zonas, que se traduce en una mejor higiene bucal.

Un mal cepillado manual con demasiada presión sobre el diente, puede limar el esmalte dental. Con el cepillo eléctrico el riesgo de irritación de encías y del diente es menor, ya que disponen de sensores de control de la presión, pero solo algunos. Mi consejo, coge el cepillo eléctrico con la punta de los dedos.

Como ocurre con los cepillos manuales, cada 3 o 4 meses se deben cambiar los cabezales de los cepillos eléctricos, por lo que no hay ventaja a ese respecto.

Cepillo manual

Los cepillos manuales tienen la ventaja de ser muy variados: hay de distintas durezas y mangos, cabezales de diversos tamaños y diseños infantiles para todos los gustos, todos ellos más baratos que los modelos eléctricos.

¿Cuándo es más aconsejable utilizar un cepillo manual?

Después de una cirugía, cuando hay puntos de sutura un cepillo manual de cerdas ultra suaves permite un cepillado más agradable, controlando la velocidad y la intensidad del cepillado.

En el aprendizaje de los niños, aunque no hay inconveniente en que lo hagan con un cepillo eléctrico, el manual suele ser mejor al disponer de mangos y cabezales de tamaño infantil y diseños que  gustan más.

En conclusión:

Generalmente los expertos recomiendan el eléctrico ya que elimina más placa por cepillado. No significa que todos los cepillos eléctricos sean mejores o que no se pueda mantener una buena higiene bucal con un cepillo manual.

Mi elección: cepillo eléctrico de cabezal oscilo-rotatorio que tenga indicador de tiempo de lavado. ¿Cuál es la tuya? Deja tu comentario

Si tu elección es el cepillo eléctrico, elige bien ya que no todos son iguales.

Aquí puedes ver una guía sobre qué cepillo eléctrico comprar.

La gingivitis es, junto a las caries, la afección buco-dental que más afecta a la población, más incluso que el resfriado común. Es más, puede ser que ahora mismo estés sufriendo de gingivitis sin saberlo.

Antes de hablar de sus síntomas veamos lo que es.

¿Qué es la gingivitis?

La gingivitis es una enfermedad bucal causada por bacterias que ocasionan inflamación y sangrado de las encías. Al no detectarse en un primer momento, la enfermedad se desarrolla con el tiempo.

Su origen tiene relación directa con la acumulación de placa y sarro en los dientes, causados principalmente por los restos de alimentos tras las comidas.

La placa y el sarro, principal consecuencia de una mala higiene (cepillado, hilo dental, cepillo interdental…), se acumulan cada vez más y con el paso del tiempo acaban irritando e inflamando las encías, lo que también provoca que éstas se tornen más sensibles y se produzca sangrado.

Al no eliminarse la placa se producen toxinas que irritan el tejido gingival de las encías, causando gingivitis.

Otros factores que influyen en la aparición de gingivitis pueden ser:

  • Cambios hormonales (embarazo o pubertad).
  • Diabetes.
  • Mala alineación de los dientes.
  • Uso habitual de determinados medicamentos.

Síntomas de la gingivitis

Los síntomas más claros son las encías rojas, hinchadas y sensibles, que pueden sangrar al cepillarse o pasarse hilo dental. En los fumadores este signo puede no aparecer ya que es mucho menos probable que les sangren las encías ya que el tabaco es un vasoconstrictor.

Otro síntoma es que las encías se retraigan de los dientes, dejando el diente más descubierto y dándole una apariencia alargada. Algunas personas también pueden sufrir mal aliento o mal gusto recurrentes aun cuando la enfermedad no esté avanzada.

Y por si aún no lo tienes claro también se puede detectar si las encías, habitualmente rosadas, se tornan de un color oscuro o se hinchan y tienen un aspecto excesivamente brillante.

Si aprecias todos o alguno de estos síntomas, lo mejor es que acudas a tu especialista para descartar o bien para iniciar el tratamiento según tu caso.

En la primera etapa de inflamación y sangrado, la gingivitis aún se puede revertir ya que el hueso y el tejido que sostienen los dientes en su lugar todavía no han sido afectados.

No obstante, sino se trata la gingivitis puede transformarse en periodontitis y provocar daños permanentes en los dientes y la mandíbula.

Prevención

Una buena higiene bucal, alimentación adecuada, evitar el tabaco y revisiones periódicas en tu dentista son el mejor modo de prevenir la aparición de placa y sarro y por lo tanto de prevenir la gingivitis.

Incluso con un cuidadoso cepillado y uso de seda dental, en ocasiones podemos dejar restos de placa, así que es conveniente hacerse una limpieza dental profesional al menos cada 6 meses.

En Guido Audisio Clínica Dental creemos en la prevención como la mejor forma de cuidar tu salud bucodental. Por eso, ponemos a tu disposición GUIDO ADISIO CLUB CARD, que por 20€ al año incluye servicios de prevención como limpiezas bucales y revisiones exhaustivas entre otros.

Si bien es fundamental mantener una buena higiene bucal durante toda la vida, ya sean bebés, niños, adultos y ancianos, existen ciertos problemas que aparecen con más frecuencia durante la tercera edad por varias razones: el uso de prótesis dentales, la ingesta de medicamentos, problemas neurológicos, etc.

Por esta razón, la prevención y las visitas regulares al odontólogo antes de sentir dolor en las encías o los dientes evitan muchos sufrimientos innecesarios.

¿Sabes cuáles son los problemas bucodentales más comunes en la tercera edad?

1. Caries y deterioro

Aunque no tengas problemas de encías, con el paso de los años y la exposición a los ácidos de los alimentos las encías tienen tendencia a retraerse y dejar expuestas las raíces, lo que las hace más propensas a las caries.

Si esas caries no son detectadas y tratadas debidamente pueden llegar a producir la pérdida de los dientes afectados, dolores intensos y otros problemas más severos.

2. Enfermedades en las encías

Las personas con problemas de diabetes o cardiovasculares son las más propensas a padecer problemas de encías, que suelen agravarse con la edad.

Todo empieza con problemas de acumulación de placa, que puede evolucionar en una gingivitis, provocando encías enrojecidas, sangrantes o despegadas del diente.

Esta afección, mal cuidada, puede ocasionar periodontitis, infección de las encías presente en más del 50% de los mayores de 65 años, que afecta al hueso provocando la pérdida progresiva del mismo al retraerse.

3. Sensibilidad dental

Esta es otra de las patologías que pueden aparecer o agravarse con la edad ya que, como te decía en puntos anteriores, las encías tienden a retraerse y  dejar al descubierto parte de la raíz y terminaciones nerviosas que tenemos en los dientes.

4. Dificultad para comer

Llevar una buena dieta y comer de forma regular es aún más importante en la vejez, ya que es habitual tomar medicamentos o padecer de afecciones que se ven agravadas ante la ausencia de una dieta saludable.

La dificultad para comer puede ser consecuencia de los problemas anteriores o por dentaduras postizas mal adaptadas que no encajan bien, ausencia de piezas dentales o por otros problemas que hacen que comer sea una experiencia dolorosa y desagradable y que hará que cada vez quiera comer menos y en menos ocasiones.

Disfrutar comiendo es un placer al que no hay porqué renunciar con la edad.

5. Sequedad bucal

También conocida como xerostomía, suele estar asociada al consumo habitual de medicamentos lo que acaba reduciendo el flujo de saliva, provoca que la mucosa se reseque y tienda a descamarse o que aparezcan fisuras en la lengua.

Además, conlleva un riesgo mayor de sufrir caries ya que la saliva tiene una función protectora y limpiadora para nuestros dientes.  Al impedir que se neutralicen los ácidos dañinos favorece las infecciones por hongos (candidiasis).

Los síntomas más habituales son boca pegajosa, sequedad labial, lengua áspera y sensación de ardor.

 

En conclusión, la edad lleva asociados muchos riesgos para la boca que pueden prevenirse revisiones y con una higiene diaria adecuada y aun así pueden aparecer problemas que con si son detectados pueden ser tratados sin mayor problema.

En Guido Audisio Clínica Dental creemos que la edad no debe ser un problema para disfrutar de una boca saludable y sin dolores por lo que disponemos de programas de prevención y tratamientos especiales para personas mayores.

Visítanos y descubre lo que podemos hacer por tu sonrisa.

Ahora que ya sabes cómo enseñarles a lavarse los dientes, los primeros pasos  y a guiarlos día a día, voy a enseñarte algunos trucos para lograr que tus hijos se diviertan aprendiendo. Tu objetivo es que lo hagan solos, bien y sin necesidad de supervisión.

¿Cómo conseguir que los niños se diviertan lavándose los dientes?

Muy sencillo. Hay que convertirlo en un juego. Con los niños funciona para casi todo y más si es un juego desafiante y motivador. Cuando toque lavarse los dientes, serán ellos los primeros en estar ahí listos para empezar.

Hay varias maneras de conseguir que los niños se diviertan cepillándose los dientes: juegos, retos, condicionamientos, vídeos, música y otros que serán más o menos efectivos dependiendo de los gustos de los tuyos.

Sea cual sea tu elección, la clave es tu actitud, que sientan que tú eres el primero que se divierte  y no una actividad en la que lo único que obtienen son críticas, gritos y castigos. En resumen, que cuando piensen en lavarse los dientes lo asocien a emociones positivas.

Juegos para lavarse los dientes.

1. Vencer a los gérmenes enemigos:

Todos los niños tienen un superhéroe dentro. Hazles una capa o usa un accesorio que les haga sentir como un superhéroe que lucha contra los gérmenes enemigos mediante el cepillado y enjuague.

Hazles saber que están luchando contra todos los gérmenes, que son muy listos y pequeños, que se esconden en los huecos de los dientes y que llevar la capa y el cepillo les hace ser más poderosos para vencerlos.

2. Canciones para el cepillado de dientes:

Los niños siempre responden a la música, así ponerle alguna canción durante el cepillado diario puede ayudarte a mantenerlos motivados.

Usa la canción de la serie o película favorita de tu hijo y pónsela durante el cepillado.

3. Condicionamientos y recompensas.

Coloca una pizarra (normal o con imanes) con los tres lavados al día que deberían hacer y deja espacio para dos señales o usa dos imanes distintos, el primero para cuando se laven cumpliendo el tiempo adecuado (2-3 minutos).

El otro imán o marca para cuando se los laven bien, siguiendo los pasos que les has enseñado, limpiando todas las zonas en el orden adecuado.

Cuando consigan cumplir con los dos objetivos de los tres lavados del día obtienen un «premio especial».

Lo puedes hacer con recompensas semanales o diarias. Yo uso el premio semanal y les encanta cuando llega el domingo y pueden disfrutar su premio.

Déjales que sean ellos los que marquen la pizarra cuando cumplan y así sentirán que participan en todo el proceso.

CANCIONES PARA LAVARSE LOS DIENTES

Tanto para empezar como durante el aprendizaje hay videos musicales de dibujos que pueden ayudar a los tuyos a aprender y a mantener el interés en el cepillado.

Eso sí, debe ser algo que les inspire a lavarse, no a quedarse embobados mientras se cepillan. Puedes ponérselo antes o durante el cepillado y luego cantar la canción del video mientras se cepillan.

Los videos que mejor funcionan son:

Canción de Elmo – Barrio Sésamo (en inglés con subtítulos):

Canción «Así se lavan los dientes»:

Canción «A lavarse los dientes»:

Video «Cepíllate los dientes con tus amigos»:

¿Qué tal han funcionado estas alternativas con tus pequeños? ¿Usas otros métodos para enseñarles divirtiéndose? Compártelos y deja tus comentarios.

Ahora que ya sabes cuándo debes empezar a enseñarles a cepillarse y qué hacer para que el niño aprenda vas a descubrir  lo qué debe usar y cómo enseñarle paso a paso.

QUE DEBE USAR EL NIÑO PARA CEPILLARSE LOS DIENTES: SI AL CEPILLO NO AL ENJUAGUE BUCAL.

  • Elige un cepillo de cerdas suaves y cabezal pequeño. Es importante que el mango, largo y de empuñadura ancha, se ajuste al tamaño de su mano para que pueda sujetarlo con facilidad.

  • Las cerdas del cepillo deben ser sintéticas y no naturales. Las naturales son menos flexibles y más duras y como sus puntas no están redondeadas, es posible que les dañen las encías, todavía muy sensibles y delicadas.

  • La cantidad de dentífrico que hay que usar, solo a partir de los 2 o 3 años (hasta entonces es suficiente el cepillo humedecido con agua) es la equivalente al tamaño de la uña del dedo meñique del niño. Si el tuyo quiere usarla cómprale una específica para niños (con textura y sabor más agradable).

  • Acuérdate de renovar el cepillo dental de tu pequeño cada tres meses, o incluso antes si las cerdas se abren, porque pierde efectividad.

  • Lo que no debe utilizar hasta dentro de varios años es el hilo dental y el enjuague bucal: son productos muy abrasivos para él, que pueden dañarle las encías y el esmalte dental.

ENSÉÑALE PASO A PASO:

El cepillado de los niños es un sistema que debemos enseñar siempre en el mismo orden para que el niño aprenda y automatice de la forma a adecuada, por lo tanto, enséñale a lavarse como un proceso que podéis practicar todos los días como si de un juego se tratara:

  • Es más fácil para él copiarte el movimiento del cepillo si os ponéis los dos juntos, uno al lado de otro frente a un espejo grande, que si os ponéis uno frente al otro.
  • Cepilla los dientes de arriba a abajo (la parte superior) y de abajo a arriba (la inferior) y haciendo círculos.

  • Limpia bien la parte exterior como la interior de los dientes.

  • Cepilla las encías, la lengua y las mejillas puesto que también se acumulan bacterias en ellas.

  • El tiempo de cepillado adecuado es de unos tres minutos, pero eso depende de la velocidad del niño y su habilidad, por lo que ten paciencia si al principio tarda más, con el tiempo lo hará mejor.

  • Enséñale a enjuagarse varias veces, usando un vaso y sin que se trague el agua asegurándose de que lo hace en todas la partes para eliminar restos de comida.

  • Limpiar bien el cepillo y dejarlo de forma que la cerdas no se deformen va a contribuir a que el cepille dure más tiempo.

  • Hay que dejar al niño que lo intente, aunque papá y mamá le ayuden es importante que sienta que cada vez logra hacerlo mejor por sí mismo.

Lo más importante es crear un hábito en tu hijo para que continúe el solo a medida que se desarrolle.

Por lo tanto, además de predicar con el ejemplo, debemos intentar que nuestros hijos vean el cepillado diario como algo divertido y que les haga sentir bien.

Lo ideal es que se sientan felices tras lavarse los dientes y aprecien la agradable sensación de limpieza en la boca.

En la siguiente parte de esta guía voy a enseñarte algunos juegos y trucos para que el niño se divierta cepillándose y aprendiendo a hacerlo.

Ayudar a tus hijos a cuidar su sonrisa y a crear el hábito que les permitirá disfrutar de una boca saludable y bonita durante toda su vida comienza en sus primeros años.

Les picará la curiosidad si te ven cepillarte y puede que pregunten o incluso quieran imitarte. Por eso, tomarte un poco de tiempo para enseñarle adecuadamente y contribuir a que se divierta en el proceso hará que lo disfrute, automatice y que no tengas que estar supervisando durante años.

Este es el primer post de la serie “guía de cepillado para niños” en la que vas a descubrir cuándo deben empezar, qué hacer para que el niño aprenda, cómo enseñarle paso a paso, juegos y fórmulas para que se diviertan lavándose los dientes.

La primera pregunta que suele surgir es:

¿Cuándo tienen que empezar los niños a lavarse los dientes?

No existe una edad definitiva. Cada niño está preparado para lavarse los dientes por sí mismo a una edad diferente. Las habilidades motoras finas (las mismas que permiten a tu pequeño abrocharse las cordoneras) se desarrollan a una edad distinta en cada caso.

Según la media, hacia los dos años, cuando el niño ya tiene la mayoría de las piezas dentales, lo ideal es que aprenda a usar el cepillo de dientes, aunque sea con tu ayuda. A los tres años empezará a dominar la técnica.

Lo importante es que adquieran buenos hábitos de higiene dental desde pequeños ya que es algo que deberán hacer toda su vida y aunque al principio necesitarán nuestra ayuda, poco a poco irán haciéndolo con independencia.

PARA QUE EL NIÑO APRENDA:

  • Cómprale un cepillo infantil con un muñeco que le guste. Esto despertará su interés por usarlo. Puedes planteárselo como un juego que se practica frente al espejo y con la boca abierta o decirle que es algo que hacen los niños más mayores.

  • Lávate los dientes en su compañía. Predicar con el ejemplo es la mejor manera de que aprenda. Deja que vea como lo haces, varias veces al día.

  • Anímale a imitar tus movimientos con el cepillo, deben ser cortos y repetidos.

  • Si se cansa antes de haberse limpiado todos los dientes puedes proponerle un juego, le pones una canción o le lees un cuento y no puede dejar de cepillarse hasta que tú termines.

  • Lo ideal es que se lave en compañía de un adulto para asegurarte de que se cepilla adecuadamente. Es mejor una vez al día bien hecho que varios cepillados descuidados.

  • Acostumbra al niño a que no debe comer nada después de lavarse los dientes.

 

En la siguiente parte de esta guía (LEER SEGUNDA PARTE) descubrirás el mejor modo de enseñarle paso a paso y qué debe usar el niño para cepillarse.

Empieza por la boca

Mejoras para el rendimiento deportivo

La vinculación entre la actividad deportiva у la salud bucodental по es solo estrecha у crucial para garantizar un mejor rendimiento, sino que tiene otras importantes consecuencias. La relación entre la práctica deportiva у la salud bucodental tiene una doble vertiente: рог un lado, la práctica deportiva regular suele ser parte de un estilo de vida saludable, que va а limitar los riesgos de alteraciones en la cavidad oral; рог otro lado, entre los deportistas de elite, la salud bucodental puede influir en su rendimiento.

“Еl deporte es salud… también para tu boca. La salud bucodental es una parte muy relevante de la salud general, el bienestar у la calidad de vida. De hecho, una mala salud bucodental, puede reducir la calidad de vida е inducir una inflamación sistémica que afecta а la salud global. Así, рог ejemplo, las enfermedades periodontales, como infecciones que causan inflamación, afectan tanto а las encías como al resto del cuerpo, generando un estado inflamatorio que favorece el desarrollo de enfermedades tan importantes como el infarto de miocardio, la diabetes, las enfermedades coronarias.

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